Este proyecto de arte urbano comenzó a gestarse luego de haber terminado el anterior. En pleno diciembre antes de que Jorgelina emprenda el viaje de su vida, arrancamos y lo terminamos en plena noche veraniega. La idea era seguir con motivos que remitieran al entorno donde vivimos, y que transmitan alegría y entusiasmo. El pájaro como simbolo de libertad, y la mujer cuidando de su maceta como simbolo de cuidado y crecimiento de una sociedad. Frente al mural se encuentra una plazoleta con grandes arboledas, un encanto pasear en verano por las avenidas de Balcarce.
Los colores cálidos en las figuras que se potencian cuando se aplica un azul de fondo, hacen vibrar la cuadra. Las viviendas contiguas han usado también para pintar sus fachadas una paleta de color atrevida, con lo cual, es una cuadra que comunica mucha dinámica y espiritu positivo.
Como diseñadora gráfica que soy, he cruzado fronteras y he experimentado con todos los formatos. El abanico de posibilidades para activar y aplicar los conocimientos desde el lado de comunicación visual, se ha ampliado mucho. He pasado de desarrollar diseño gráfico sobre papel, cartón, chapa, pared de vidrio que separa espacios interiores a pasar a resolver cuestiones de diseño gráfico en la pantalla de la computadora, diseño de interfaz, diseño web, hasta la pantalla táctil de la tablet y smartphone desarrolando la imagen de videojuegos En estos meses me encontré que además, se me presentaba un espacio físico, público, en la calle 3 entre 18 y Av. Gonzáles Chaves, Balcarce, para interactuar y dejar constancia de que ese espacio a partir de ahora está transformado, generándose un puente
32, 1285. 7620 Balcarce.
El diseño humaniza, el arte emociona.